a) Tranquilidad:
Es frecuente que ante un enfermo repentino o un accidente «se pierdan los nervios» y que como consecuencia, movidos por la prisa, se den actitudes bien intencionadas pero incorrectas.
a) Tranquilidad:
Es frecuente que ante un enfermo repentino o un accidente «se pierdan los nervios» y que como consecuencia, movidos por la prisa, se den actitudes bien intencionadas pero incorrectas.