
LA NATURALEZA HUMANA
La forma en que percibimos a los demás es el espejo testigo de la manera en que nos percibimos a nosotros mismos.
La naturaleza humana es corrupta y la corrupción siempre gana la partida. La naturaleza humana no puede cambiarse, ¿cierto?
Quien no confía en los demás, no confía en si mismo, La naturaleza humana es corruptible, pero de ningún modo esencialmente corrupta. Uno puede poner su inteligencia a las órdenes de la materia y sumergirse en la corrupción o bien a las del espíritu e irradiar amor y equidad. Esta elección no está predeterminada; la hacemos cada día, en cada instante.
A los que me dicen que no se puede luchar contra la corrupción, les propongo que piensen en diez (10) personas allegadas y seleccionen a las coruptas. Normalmente no encuentran ninguna, todo lo más una. ¿Es significativo un porcentaje del 10 %? No. Entonces ¿por qué pensamos así?
Porque, durante siglos las autoridades nos han inculcado esta canción para sembrar la discordia entre nosotros. Durante siglos se nos ha repetido que el hombre es un lobo para el hombre sin advertir que el ser humano es capaz de trascender sus instintos, cosa que no puede hacer el lobo, que está sometido a ellos. Si empequeñecemos la naturaleza humana nos comportamos como animales sumisos; pero si la elevamos entonces nos comportaremos como Dioses/ Diosas soberanos. Es nuestra elección. Somos los creadores de nuestro futuro.
LA UTOPÍA
¡Es utópico! Si, mejor asi. Y añado un frase que traduce perfectamente lo que pienso.
¡Yo he elegido la vida! ¿Y vosotros? Os invito a hacerlo. En este comienzo de milenio en el que nos precipitamos hacia nuestro propio exterminio el totalitarismo mundial, ya no basta con pequeños cambios. o transformamos nuestro antiguo sistema de valores o morimos. Personalmente he optado por la transformación y comparto mi elección. Ahora les toca elegir a ustedes.